top of page

Entrevista / “La mediación artística es clave para la resiliencia de las sociedades”

por Violeta Bustos Vaccia, Fundación Mar Adentro

2023

Desde un bosque mesófilo de niebla en Xalapa, México, Antonia Isaacson reflexiona sobre las transformaciones de la mediación artística en Chile en el contexto latinoamericano. Actualmente, vive en una reserva natural, espacio en que ha activado experiencias bioculturales como derivas educativas a través del bosque; un cine comunitario y centro cultural, y un comedor comunitario durante momentos complejos de la pandemia.

Por estos días, en que se celebró la semana de la educación artística, nos cuenta Antonia, prepara diversos juegos didácticos en sintonía con una práctica que denomina mediación lúdica y diseña proyectos –personales y colectivos– a través de Animala. Es también cofundadora de la Red Mediación Artística, conformada por 17 miembros que provienen de campos transdisciplinares. Ha pasado una década desde que se inició ese camino colectivo para instalar un concepto y práctica que, hasta entonces, era poco conocido.

 

¿Cómo sintetizas la mediación artística desde tu experiencia?

Si bien, puedes encontrar muchas definiciones de mediación, es importante señalar que el concepto no da cuenta de su amplitud. Se trata de encuentros, formas de reunión colectiva donde el foco no es resolutivo ni cartesiano, es decir, implica un proceso creativo y experimental. Mediación es crear la condición de encuentro para la acción por el bienestar de las personas. Actualmente, diseño dispositivos de mediación, juegos creativos…está emergiendo la mediación lúdica en distintos contextos; en las escuelas, por ejemplo, con fines educativos. Hay un juego, de hecho, sobre DDHH, que desarrollamos como Red junto a la artista Celeste Rojas Mujica, llamado “Constelación de un enigma”, que presenta simbología universal y una clave emocional en un tablero. Las estrategias del juego sirven incluso para temas difíciles de ser abordados.

¿Cómo fue el inicio de ese camino transdisciplinario?

Cuando comenzamos a hablar de mediación en Chile hace más de 15 años, veníamos la mayoría de trabajar como guías en instituciones artísticas y culturales. Éramos un grupo que quería tener una participación activa en el diseño de las actividades. Luego, con este cambio de mirada, se produjo una suerte de crisis a nivel institucional, un vuelco importante. Fue un espacio que ganamos, fruto de la decisión de visibilizar la labor que hacíamos. Descubrimos que había posibilidades de trabajar desde el arte y no sólo para el arte. La transdisciplina se daba por defecto. Nos formaron creyendo que nos especializamos en una sola cosa, pero en el mundo de las artes esos límites se expanden. Esto pasa sobre todo en un contexto como el chileno donde muchas veces no existen los recursos para vivir solo del arte, de manera que debes aprender de distintos ámbitos. También es genuino que exista una ruptura personal con las categorías exclusivamente vinculadas a las profesiones que estudiamos. Yo estudié arte, pero no me interesaba encerrarme a crear. Entonces no existía de manera tan definida o explícita el concepto de artista comunitario, ahora sí.

¿De qué manera concibes la mediación en un contexto nómade o migratorio?

Para hacer mediación es necesario despertar un deseo de aportar a la armonía del lugar que habitas. Acá, vivo en una especie de selva. La naturaleza me sensibiliza y me vinculo con el problema medioambiental, ecológico. Es así como buscamos a través de una colectiva visibilizar estas temáticas. A través del cine (Kiltro cinema), exhibimos películas que no vemos en el cine comercial, sobre pueblos indígenas y defendemos un tipo de contenido socioambiental; una sensibilidad que también busqué activar a través de Liquen, un espacio biocultural que activamos durante la pandemia junto a un comedor comunitario en sintonía con lo que pasaba en Chile en 2019.


Si bien, acá no he estado dedicada de lleno a la mediación, sino a la gestión cultural y la creación artística, he activado algunas experiencias de educación medioambiental. Por ejemplo, junto a un amigo entomólogo del instituto Nacional de Ecología de Veracruz (INECOL), hicimos caminatas a través del bosque o derivas de la naturaleza, diseñando estaciones donde sucedieran cosas. Yo preparaba fanzines con imágenes de especies del bosque y se iban activando conversaciones a conciencia. Similar al trabajo que estuvimos desarrollando junto a Amalia Pascal en las residencias de Arte Colaborativo de Red Cultura.

También es importante decir que en México la mediación artística no es tan popular, o al menos, los espacios institucionales no tienen tan incorporado el concepto, sobre todo en provincias. Por el contrario vemos desde Red que Chile es uno de los líderes en mediación artística y cultural; las transformaciones, en un país más pequeño y joven, son más rápidas.

 

¿Por qué crees que Chile lidera en estos temas?

Hemos aprendido a trabajar y colaborar en grupos, como una forma de resistencia pero también de sobrevivencia frente a las lógicas neoliberales de Chile. Además, han surgido iniciativas que entendieron que la mediación era un camino necesario. Cuando las instituciones no garantizan el acceso, tienes que generarlo, es decir, desde la organización civil. Cuando decidimos juntarnos como red también fue para generar un respaldo laboral e independencia para gestar proyectos propios, y al mismo tiempo, colaborar con las instituciones de manera autónoma. Así confluimos organizaciones diversas y encontramos una media en esos intercambios. Después de la pandemia, incluso, el medio se volvió más flexible, disponible a buscar nuevas maneras de crear, y ese es un efecto de resiliencia. Un ámbito fuerte en gestión para la mediación en Chile es el audiovisual. Eso se vio en ese tiempo de pandemia, donde el medio reaccionó muy rápido al diseñar, por ejemplo, fichas educativas para trabajar con comunidades escolares.

Antonia Isaacson es artista gráfica y mediadora cultural, cofundadora de Red Mediación Artística donde desarrollan proyectos de artes colaborativas y diseño e implementación de programas de mediación artística, además posee su estudio de artes y diseño Animala Artes Gráficas. Recientemente, estuvo a cargo del diseño editorial del libro “Mediación expandida” y por estos días, estudia las potencialidades de la Inteligencia Artificial para el campo de la mediación.

 

Violeta Bustos, directora de comunicaciones en Fundación Mar Adentro. Periodista, diplomada en Visualización de Datos y Magíster en Estéticas Americanas por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Cuenta con experiencia en diversos ámbitos de las comunicaciones: creación y fundación de medios escritos, docencia, investigación y elaboración de contenido para múltiples formatos. Se ha especializado en estrategias digitales, gestión de prensa, cultural y académica.

bottom of page